martes, 8 de noviembre de 2011

1er. Lugar Concurso de ofrendas Campus San Mateo


“Día de Muertos en Pátzcuaro, Michoacán”
Nuestra tradición de conmemorar a los muertos, es una de las más entrañables y difundidas en nuestro país. Tiene un carácter eminentemente religioso que no sólo tiene fundamentos cristianos tomados de la costumbre de “honrar a los fieles difuntos”, sino que conserva muchas de las características del ritual funerario practicado por nuestros antepasados prehispánicos.
Parte de las ceremonias que se efectúan para estos días, es la reunión y ofrenda colectiva organizada por la comunidad purépechas en los pueblos ribereños del lago de Pátzcuaro.
La velación comienza la noche del día primero con la preparación de las ofrendas que se han de colocar en las tumbas o en los altares familiares y concluye ya entrada la mañana del día 2 de noviembre.
Para los muertos recientes, es decir los de primera ofrenda, las honras empiezan con el novenario, que inicia nueve días antes, haciendo coincidir el último día con el de muertos; familiares y amigos allí reunidos rezan el rosario y piden por el eterno descanso del alma del difunto.
Concluidas las actividades en la casa, salen con la ofrenda hacia el cementerio, donde habrán de permanecer hasta el amanecer, al igual que los demás habitantes de la localidad que ofrendaron a sus deudos. Durante la velación acostumbran intercambiar las ofrendas con las personas cercanas o conocidas, como una forma de no regresar las mismas cosas a sus hogares.
En los sepulcros se colocan arcos de varas entrelazadas, arreglados con flores amarillas de cempoalxóchitl, de los que prenden frutas como plátanos, naranjas, limas, jícamas y panes en forma de animales o de rosca cubiertos con gránulos de azúcar pigmentada en color rosa, así como figurillas de azúcar en formas diversas.
Las tumbas son cubiertas con servilletas bordadas y cazuelas, jarros y canastas con la comida del gusto del difunto y velas que guiarán el camino de los muertos.
El altar familiar, que se coloca en los hogares, se compone de imágenes religiosas, fotografías de los familiares que han dejado este mundo; ropa y objetos personales o de trabajo; se encienden velas alrededor de una cruz de pétalos de flor de cempoalxochitl, las cuales deberán permanecer encendidas, ya que ésta les servirán de guías a los muertos, en floreros de barro, que es la cerámica utilizada con fines ceremoniales, ramos de flor amarilla y de anima, y pequeños sahumerios del mismo material, con oloroso y humeante copal.
Los alimentos:
Frutas y vegetales, pan, atados de maíz, generalmente de color, dulces de azúcar de formas diversas; sin faltar los vasos con agua para las ánimas que llegan sedientas y los recipientes con sal, a la que se atribuye múltiples significados, para algunos representa el sudor, para otros es ofrenda a la tierra; hay quienes la identifican con la sal del bautismo o evocación que sirve para evitar la corrupción de los cuerpos.
Un camino de pétalos de flor de cempoalxóchitl: dispuesto desde la puerta de entrada, hasta el altar conducirá a las ánimas hasta la ofrenda.

Arcos: representa la puerta que da la bienvenida a los fieles difuntos. Por la ubicación actual de las ofrendas dentro de los hogares, hoy en día es raro ver una con un gran arco elaborado de flor de cempasúchil. En diversas regiones del país los elaboran con carrizos de bambú atados con lazos.
Calaveritas de azúcar: aunque en un inicio eran de amaranto (pues el azúcar no existía como tal entre los mesoamericanos).
Esta conmemoración del día de muertos es muy significativa, religiosa y popular que sigue rindiendo tributo a los ya idos, en un ambiente de duelo y de fiesta, de tristeza y de algarabía, porque pervive la creencia en la continuidad de la vida después de la muerte, de que las almas de los muertos viajan y se comunican con los vivos; la incertidumbre acerca del destino de las almas provocada por la certeza del juicio final que enviará a los espíritus al cielo, al infierno, al purgatorio o al limbo, siguen siendo el sustento y razón de ser de los rituales funerarios.

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