• Experiencia
laboral en un estudiante…
• Alternativas a estas y otras
solicitudes
Insertarse al
mercado laboral, para todos siempre ha sido una experiencia difícil.
La incertidumbre, el panorama económico y tu propia autoestima, son
factores que se mezclan en este proceso, haciéndolo por sí mismo,
muy complejo.
Por otra parte,
es triste ver que cada vez con mayor frecuencia las ofertas de empleo
solicitan dos cosas, que parecieran como agua y aceite: juventud y
experiencia. Tal vez te haya pasado que al momento de estar buscando
empleo (hayas o no concluido tus estudios de licenciatura) encuentras
que las empresas requieren que poseas dos, tres y a veces más años
de experiencia en ciertas actividades, que pueden ser parte de tu
carrera, o bien, parecieran no tener nada que ver con lo que
estudiaste. Por supuesto, si tú has estado en la Universidad apenas
tres o cuatro años ¿cómo obtener esa experiencia que te piden?
Para aclararte
un poco el horizonte, retomemos primero qué es lo que hacen quienes
tienen la función de atraerte hacia las ofertas de empleo:
“…proporcionar los recursos humanos apropiados es muy
importante… por lo que se necesita elegir al personal idóneo… al
realizar el proceso de selección deben considerarse factores como
los antecedentes, la edad, el nivel de educación formal, las
aptitudes mentales, los criterios, la experiencia relacionada con el
puesto, etc.” ·
Como puedes ver,
es muy importante para el proceso conocer qué estudiaste, cuando
menos a nivel del área (por eso muchas veces el empleo requiere
“licenciatura en Mercadotecnia o afín”, lo que quiere
decir que requieres los conocimientos más que el título, con esta
perspectiva, puedes haber estudiado Publicidad o tal vez
Comunicación, en ese caso en particular.
En muchas
empresas la edad es un factor relevante no sólo por el nivel de
energía que tienes cuando se es joven, sino porque el criterio suele
ser más abierto y puedes aportar ideas más frescas a la
organización. Ahora bien, retomando aquello sobre la experiencia que
te piden para ingresar al trabajo, puede ser muy subjetivo a qué se
refiere, por lo que en general lo entendemos como:
a)
experiencia en funciones específicas y
b)
b) la experiencia en funciones genéricas.
La primera se
refiere a haber realizado labores o trabajos muy especializados, como
la que has obtenido en algún puesto en el que desarrollaras una
actividad con cierta frecuencia y por algún tiempo. ¿Dónde
obtenerla, además de, -lógico-, trabajando?, muy sencillo: la
puedes desarrollar haciendo prácticas a lo largo de tu carrera (ya
sea que tu escuela las reconozca formalmente, o no), en despachos,
bufetes, consultorías, o algunas organizaciones que proponen un
sistema de practicantes, voluntarios o de becarios.
También podrías
incorporar “tu experiencia” como la que despliegues en los meses
que dure tu Servicio Social, cuando lo haces en alguna parte que
realmente sea afín con lo que estudiaste, y en un ambiente que te
permita proponer y crear para la empresa.
Por otro lado,
la experiencia genérica se refiere a cuestiones que, en casi en
todos los trabajos, valen más que el conocimiento por sí mismo como
puede ser: el manejo de información, organización de eventos,
liderazgo y/o trabajo en equipo, investigación; e incluso otras,
como el manejo de ciertos softwares, equipos, herramientas o el mismo
Internet. Si te fijas, mucha de esta experiencia la puedes ir
adquiriendo con el sólo hecho de entregar tus trabajos escolares, o
en la propia vida estudiantil.
No está por
demás que intentes conseguirla uniéndote al Consejo Escolar, algún
Comité o apoyando a las áreas que en tu escuela organiza para la
procuración de fondos, organización de eventos o investigación.
Para responder a
la pregunta que inicia este artículo, permíteme recalcar que es
importantísimo que empieces inmediatamente a hacerte de experiencia,
ya sea que entres a trabajar de manera formal para adquirirla o
inicies apoyando a algún familiar o amigo que te ofrezca la
oportunidad de colaborar en un despacho, consultorio, o su propia
empresa.
Recuerda que
también hay muchos programas empresariales que apoyan a los
estudiantes en horarios accesibles, e incluso ofrecen apoyos
económicos cuando los reclutan para ser becarios, trainees
o practicantes; incluso es el caso de muchas dependencias
gubernamentales ofrecen trabajos temporales y en condiciones
especiales al ser estudiante.
Desafortunadamente,
nos encontramos, también con mucha frecuencia, que los jóvenes
desean entrar a trabajar con expectativas muy altas y con muy poco
que ofrecer, ya que prácticamente no han hecho más que asistir a la
escuela sin buscar oportunidades de desarrollar su potencial.
Por lo anterior
te propongo que en la realidad, en el mundo laboral sí hay quien
tiene 20 o 25 años y además, tiene la tan mencionada experiencia
laboral de dos o tres años, e incluso, en distintos lugares y
funciones.
Aprender no está
sólo en el salón de clases, sino en muchas otras actividades de la
vida que, insisto, te pueden preparar también para conseguir
información, evaluarla, tomar decisiones e incrementar talentos como
hablar en público, hacer presentaciones eficaces, entre otras.
Será tema de
otro artículo el que conozcas cómo esta información puede hacer
que tu currículum se vea mejor, por el momento concluyo exhortándote
a visitar incluso los sitios en la web y en especial, el portal de tu
propia escuela para que te informes de las oportunidades que existen
para los alumnos, ya que muchas veces es la falta de información más
que la decisión lo que te impide desarrollarte hasta donde tu
potencial alcance.
Mtra.
Adriana Goya Orozco
Dirección
de Licenciaturas Administrativo-Contable
Universidad
Justo Sierra, Plantel Acueducto
- · Administración Moderna de Personal, Joaquín Rodríguez Valencia, pág. 145
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